29 de diciembre de 2009

Kristin Scott Thomas y el cine francés


Kristin Scott Thomas es una actriz británica de 49 años que en dos de sus últimas interpretaciones me ha conmovido especialmente. Esta actriz que el cine norteamericano no sabe sacar partido, borda papeles en el cine francés. Así que desde aquí pido que nos de la oportunidad de verla en más películas francesas y que se deje el show bussines americano para otras atrices con menos talento que el suyo.
Las interpretaciones a las que me refiero están incluidas en las películas "Hace mucho que te quiero" (2008) y "Partir" (2009). Entre una y otra ha realizado otros trabajos pero, reitero, cintas americanas de nulo interés. El público recordará a esta actriz por sus papeles en "El paciente inglés", "Cuatro bodas y un funeral" o "Alta sociedad", donde se desenvolvía correctamente sin que saliera del todo el talento interpretativo que tiene y que en las dos cintas francesas que he mencionado sí se manifiesta.


En "Hace mucho que te quiero" interpreta a una mujer que acaba de salir de la cárcel donde ha cumplido pena por un delito de asesinato perpetrado en su propio hijo. Hasta el final de la película no sabremos el secreto que encierra ese semblante suyo adusto, ajado, triste, sin esperanza. La relación que a lo largo del filme mantiene con su hermana irá vertebrando poco a poco una vida quebrada desde el momento que tomó una decisión dramática en el pasado. Kristin dota a su personaje Juliette, que así se llama esta mujer, de una credibilidad tal que un guión dificilísimo, la película, en definitiva, se sustenta totalmente en esta magnífica actriz no pudiéndote imaginar a otra en su lugar. Este registro dramático le va como anillo al dedo a Kristin Scott Thomas y es en "Partir" donde lo explota también de manera brillante aunque Suzanne, su personaje, esté viviendo otra situación diametralmente diferente. También en este caso la carga dramática del filme recae en ella y el resto de personajes son mera comparsa que cumple su función pero que pivotan continuamente alrededor de esta actriz que brilla con intensidad, esta mujer, Suzanne, que vive su pasión de forma libre y desenfrenada.
Personajes como éstos, profundos, intensos, fuertes, con una marcada personalidad. Estas son las mujeres que debería interpretar Kristin Scott Thomas y que se deje de "familias con clase", "compradoras compulsivas" o "secretos de familia", puajj.

23 de diciembre de 2009

Tonino Guerra, el poeta guionista


He vuelto a ver "Bab'Aziz. El sabio sufi", una película del tunecino Nacer Khemir que se estrenó hace un par de años y que en este final de 2009 me ha apetecido revisar como quien retoma un buen libro en busca de nuevas lecturas. Y en esas nuevas lecturas a las que aludo, y quien me lo iba a decir..., me he encontrado con la poesía de Tonino Guerra (Starcangelo di Romagna, 1920). Me explico. A Tonino Guerra lo conocía en su faceta de excepcional guionista de directores como Fellini, Antonioni, Angelopoulos, De Sica, Tarkovski o Rosi, y el propio Khemir, pero no sabía que tuviera obra poética. La pluma magistral de este autor italiano deja rastros bellísimos en el desierto que surcan el anciano Bab'Aziz y su nieta Ishtar, en la película de Khemir, pero también en su poesía.
A este autor le debemos los guiones magníficos de "Amarcord", "Y la nave va" o "Ginger y Fred", de Federico Fellini; "La noche de San Lorenzo" y "Kaos" de los Hermanos Taviani; "La noche" y "La aventura" de Antonioni; "Nostalgia" de Tarkovski y ésta "Bab'Aziz" de Nacer Khemir, uno de sus últimos trabajos. Es además de pintor, autor de relatos literarios, novelas y textos teatrales, aunque dicen los que le conocen bien que en realidad es un poeta que utiliza los diferentes lenguajes artísticos, el cine, la pintura, la narrativa, etcétera, para expresar su arte. El mismo escritor italiano Italo Calvino, que le admiraba extraordinariamente, llegó a decir que "Tonino Guerra lo transforma todo en relato y en poesía. Hay siempre un relato en cada uno de sus poemas. Hay siempre un poema en cada uno de sus relatos. Y poesía quiere decir una experiencia precisa, concreta, inesperada, con un sentimiento dentro y el acento de una voz que te habla». Tal como define Calvino la capacidad expresiva de Tonino Guerra, así son las películas que ha escrito y también las poesías que acabo de descubrir.
Este hombre de izquierdas, comprometido, que vivió las penurias de un campo de concentración en la Alemania nazi escribió a su salida "La mariposa", un poema que es una película comprimida en tan solo 33 palabras.
Contento lo que se dice contento
he estado muchas veces en la vida
pero más que nunca cuando me liberaron
en Alemania
que me puse a mirar una mariposa
sin ganas de comérmela.

18 de diciembre de 2009

Charlotte Rampling, la actriz de hielo


En una reciente entrevista con motivo del estreno hoy en España de una de sus últimas películas "Quelque chose a te dire" (Francia, 2008) (falta por estrenar la que es su última cinta "La femme invisible" (Francia, 2009), la actriz británica Charlotte Rampling reconoce estar mejor dotada para interpretar papeles de mujeres frías, un registro que en el que se encuentra segura y que repite una y otra vez reinventándose de nuevo en cada personaje. No lo había pensado pero es cierto, la mayor parte de los personajes que ha interpretado esta actriz, a la que he seguido en su trayectoria con especial interés, son mujeres gélidas, personajes esculpidos con hielo y difíciles de derretir aún con el fuego más abrasador.
Me estoy acordando ahora de la profesora de Universidad que se marcha a Haití de viaje de placer para disfrutar de los favores sexuales de un joven lugareño que comparte con otras mujeres en un hotel de lujo, en la película de Laurent Cantet "Vers le sud". Esta mujer representa en su frialdad y distanciamiento el Norte satisfecho y poderoso que, sin ningún tipo de escrúpulo, arrasa el Sur, miserable y necesitado, encarnado en los efebos que compran por unos dólares y tres comidas diarias. Es la misma frialdad con que aborda su propia existencia carente de motivación y de estímulos vitales. Charlotte Rampling resulta totalmente creíble en un papel, ya digo, durísimo. Esa misma mujer podía ser también la escritora carente de ideas y hastiada de su propia vida que se refugia en una casa de veraneo de la campiña francesa en busca de la inspiración en la película de FranÇois Ozon "Swimming pool". Y también podría ser la esposa desesperada por la desaparición de su marido en otra película de Ozon, la titulada "Sous le sable". Mujeres devoradas por sus propios fantasmas y que se defienden de ellas mismas bajo ese manto de hielo.
Aunque en sus últimas películas, en su regreso a la gran pantalla tras la depresión nerviosa que le alejó de los cines durante quince años, está trabajando con directores jóvenes, realizadores franceses, generalmente, que la buscan intencionadamente, Charlotte Rampling ha rodado a las órdenes de algunos pesos pesados del celuloide. Con Woody Allen hizo "Stardust Memories" (1980) y con Luchino Visconti rodó en el año 1969 "La caída de los Dioses".

La realizadora italiana Liliana Cavani le dio la oportunidad de interpretar a Lucia Atherton y que quedara en nuestra retina una imagen suya asociada a su interpretación de la joven judía que mantiene una "peculiar" relación con su torturador nazi, en uno de sus papeles más osados. A la pregunta que le han hecho en un periódico recientemente sobre si "elegiría hoy un proyecto tan extremo como Portero de noche, por el que se la sigue recordando en todo el mundo?", ella contesta:
¿A mi edad? No lo sé, puede que sí. Sigo eligiendo con el mismo criterio, aunque con los cambios que implica la edad. Mis impulsos interiores siguen siendo idénticos, aunque en una versión más calmada. Me sigue gustando el riesgo, pero tengo menos ganas de cambiar el mundo o de enfrentarme a obstáculos de forma permanente. Soy algo menos aventurera, excepto cuando llega a mis manos un proyecto realmente interesante.
Me gustaría saber cuantos de los proyectos que le han llegado a sus manos en todos estos años de trayectoria profesional, ha encontrado verdaderamente interesantes. Seguramente muchos menos de los que le hubiera gustado. Y eso el Cine se lo pierde. Porque esta actriz de hielo ha renacido del glaciar para goce de cuantos la seguimos. Como ella misma dice "renacimiento es una palabra muy bonita. Un artista siempre aspira a renacer varias veces en la vida".