Estas navidades me he dedicado a revisar películas de los setenta, entre las que se encuentran: "Los tres días del Cóndor", de Sydney Pollack, y "Soylent Green", de Richard Fleischer. Las dos tienen algo en común al margen de producirse en la misma década. Son de una vigencia aplastante y sus sinopsis bien pudieran servir de cuerpo de texto, con algunas matizaciones y por motivos diferentes, de las noticias que en los últimos meses vienen salpicando la prensa internacional.
Pues bien, la historia del empleado de la CIA, de nombre encriptado Cóndor, encarnado por Roberd Redford que se ve obligado a huir tras descubrir como han matado a sus compañeros y que desvela en esta persecución implacable algunos secretos de estado que filtra a la prensa, bien pudiera encontrar ciertas similitudes con el entramado de Julian Assange y los cables secretos publicados en Wikileaks, si no fuera por que la tecnología ha sustituído las rotativas de los periódicos por la red y por que la pregunta que Pollack traslada al espectador al final de la película, está contestada en la realidad y de forma más que sobrada en el entramado Wikileaks poniendo, de esta manera, de manifiesto cómo la realidad puede superar a la ficción.
Cuestión ésta que no quisiéramos sucediera en el caso de "Soylent Green" y su mundo futuro trasladado al 2022 cuando los habitantes de la tierra, en este caso, Nueva York solo comían este compuesto que da título a la película al quedarse el planeta tierra sin recursos para alimentar a los humanos.
La película fue catalogada como de ciencia ficción en su momento, y muchos de los planteamientos que se formulan en ella se han visto cumplidos con el paso del tiempo, ya que los expertos hablan actualmente de cómo el cambio climático puede provocar en el futuro los efectos devastadores que el film expone.
Vale la pena revisar estas dos películas, con look sesentero algo desfasado, aunque no por ello dejan de tener vigencia sus postulados, poniendo de manifiesto cómo el ser humano en lugar de evolucionar, involuciona.
26 de diciembre de 2010
23 de diciembre de 2010
Blake Edwards, in memoriam
No es de mis escenas favoritas, aunque si pertenece a una de mis películas favoritas, la que siempre me hace reir aunque la vea una y mil veces. La primera de la saga, la única, La Pantera Rosa, de 1963. El 2010 se nos ha llevado a uno de los grandes de la comedia, Blake Edwards. El tandem Edwards-Sellers (Peter), genial, maravilloso. Otras como "El guateque", delirante..., pero siempre La Pantera Rosa, ese diamante en bruto de la comedia insuperable. Muerto de risa estará donde esté.
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